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domingo, 13 de noviembre de 2016

¿Y si la Renta Básica fuese lo más fácil?

Un domingo por la tarde cualquiera, me encuentro recabando información sobre Pobreza Energética y sobre cómo poder paliarla, con el objetivo de intentar realizar acciones divulgativas y políticas ahora que se acerca el invierno y que en sitios como mi pueblo, Villanueva del Trabuco, suponen semanas de intenso frío. Mucho me temo que existe un buen número de familias que se tienen que pensar el encender el brasero eléctrico o la estufa, por miedo al recibo de la luz. Y es que realidades como la pobreza energética se dan por interconexión de fenómenos, en ese caso, por el bajo nivel de ingresos de gran parte de la población y por el cada vez más caro recibo de la luz, facilitado por las compañías eléctricas y el entramado político a su servicio.

El caso es que, revisando las medidas para paliar esta realidad, me encuentro con el Programa Extraordinario para Suministros Mínimos Vitales y Prestaciones de Urgencia Social, de la Junta de Andalucía, aunque gestionado por los Ayuntamientos que lo soliciten y los Servicios Sociales Comunitarios (más info aquí y aquí). Este programa, que, como ejemplo, supone 7.400 euros para el Trabuco en 2.016, va enfocado a familias (que no personas individuales) en "situación de urgencia social". Los fondos se destinan a "gastos de energía eléctrica", o "derivados del suministro de agua, alcantarillado y basura" y los fondos concedidos deben ser empleados específicamente en eso, debiendo facilitar, por tanto, las facturas debidas, así como toda la documentación que demuestre que se está en situación de urgencia social.

Para acreditar esa "situación de urgencia social", es decir, para demostrar que una es pobre, se le pueden exigir multitud de documentos (desempleo, IRPF, empadronamiento, etc.), lo que supone que, para que te den para pagar unas facturas de, imagino, unos cientos de euros a lo sumo, debes entretenerte bastante en demostrar que eres pobre y que no quieres engañar a la administración (ya se sabe, somos sospechosos habituales en el arte de engañar). Además, existen requisitos tan curiosos como el de "no ser propietaria o usufructuaria de bienes inmuebles de naturaleza urbana o rústica, excepto la vivienda individual". Es decir, que si tienes bienes, tienes que deshacerte de ellos, lo cual puede, perfectamente, ahondar en tu situación de pobreza, beneficiando a aquéllas que se aprovechen de una venta a precio bajo por el bache que estás pasando. Pensemos por ejemplo en las familias que tengan que desprenderse de la pequeña extensión de tierra con la que saca algo todos los años, por ejemplo.

En definitiva, lo de siempre, que hay que demostrar que se es pobre. Pedir limosna; ayuda, caridad, cuando ya no puedes ni pagar la luz. Y si para ello tienes que deshacerte de lo único que te queda, pues es lo que hay. Y todo ello bajo la lupa de la administración que no se fía de ti ni un pelo, no vaya a ser que estés intentado engañarle y hacer triquiñuelas legales para quedarte con lo que no es tuyo.

Un sistema burocratizado al máximo que requiere un programa específico, un real decreto, reserva de fondos, comisión de control a nivel andaluz y provincial, tiempo de los Servicios Sociales, tiempo de las beneficiarias, recoger un montón de documentación, tiempo de las funcionarias o representantes en los Aytos., control de cuentas, etc. Todo para pagar las facturas de suministros BÁSICOS para las andaluzas.

Ha sido al llegar a esta conclusión cuando he visto una de las mayores ventajas de la Renta Básica Universal (RBU), destacada por Daniel Raventós en alguna de sus conferencias que he podido ver. La simplificación y ahorro que conlleva la RBU en cuanto a la tramitación de todo el conglomerado de ayudas (rentas para pobres, como él las llama). Y es que la RBU eliminaría de un plumazo toda la batería de pequeñas ayudas (no así prestaciones por desempleo) que van destinadas a paliar los efectos más dañinos del sistema (me niego a seguir llamándolo crisis). Con la RBU daríamos el poder, la libertad y la responsabilidad a cada persona de emplear su renta, incluyendo, por supuesto, todos sus gastos básicos garantizados. Las personas ya no tendríamos que mendigar, sino que tendríamos el derecho a nuestros suministros básicos. Considero que esta última afirmación, es bastante más revolucionaria de lo que pueda parecer.

Por  ello, cada vez que se habla de lo que costaría implementar la RBU, por ejemplo, en Andalucía, se debe contar con el coste de todas aquéllas medidas que ya están implementadas y que quedarían sin efecto. Y no sólo lo que cuestan presupuestariamente en cuanto al montante de las ayudas, sino su puesta en marcha, control, etc. Como ejemplo, el propio Raventós utiliza el caso de la renta mínima en Cataluña (si no recuerdo mal), para el cual casi 1 de cada 2 euros se empleaba en la administración, gestión y control del programa, por lo que ¡sólo queda la mitad del dinero para lo que se supone que debe servir!

Ni que decir tiene que la RBU, al ser concebida como un derecho (y no una ayuda para pobres), evita todo el mal trago de las personas "en situación de urgencia social" de la tramitación, que muchas aún sienten como un estigma social, con la vergüenza de tener que pedir ayuda. Además, la RBU evitaría las situaciones injustas, como la que supone tener que desprenderse de bienes para poder "no ser pobre" (piense en pequeñas tierras de explotación agrícola, por ejemplo, que sirven de sostén para muchas familias andaluzas).

En un país y un mundo en el que, por ahora, hay para todas, no debe existir la posibilidad de ser pobre. La Renta Básica es la mejor herramienta de futuro para la eliminación de la pobreza y la estigmatización social que supone. Constituye la mejor herramienta de transición ante la aparente pérdida de empleos por la mecanización y la tecnología, siendo a la vez una herramienta de empoderamiento de aquellos sectores que aún son subalternos por el mero hecho de ser económicamente dependientes (mujeres, mayoritariamente).

La RBU es la materialización de que se tiene derecho a una vida digna y por ello, no hay lucha más loable que la que está llevando a cabo Paco Vega, que lleva desde el 2 de noviembre en huelga de hambre para que se materialice el artículo 23.2 de nuestro estatuto autonómico: "Todos tienen derecho a una renta básica que garantice unas condiciones de vida digna".

sábado, 5 de marzo de 2016

Mujeres para la Gente

El próximo martes 8 de marzo es el día internacional de la mujer trabajadora. Todavía no entiendo muy bien el hecho de que se tenga que colocar el apellido "trabajadora", no conozco mujer que no lo sea. Hay que empezar a pensar en cambiarle el nombre a este día de celebración y reivindicación, no vaya a ser que aquéllas que aún se encargan de los cuidados a tiempo completo se vean excluidas, cuando su trabajo es fundamental para la sociedad pese a no estar remunerado (paradojas del patriarcado, que le vamos a hacer).

Este día 8 de marzo es la fecha en la que destacamos el papel de las mujeres en la sociedad, en el que reivindicamos que son todavía ellas quiénes sostienen los cuidados necesarios en casa y ponemos sobre la mesa la brecha salarial o los derechos de igualdad adquiridos hasta ahora. También subrayamos que todavía el 70% de las personas pobres del mundo son mujeres, que siguen existiendo cifras escalofriantes de asesinatos machistas, que existe una violencia estructural sobre ellas que es, en muchos casos, permitida o silenciada. Tampoco nos olvidamos en este día de reclamar que se deje de emplear el cuerpo de las mujeres como un objeto, que no pueden ser utilizadas para reclamo publicitario alguno, que no son nuestras, QUE NO NOS PERTENECEN. Que actos tan humanos, entrañables, naturales y especiales, como es la lactancia, tienen que tener un reconocimiento especial y las madres que elijan ejercerla, deben poder hacerlo en libertad. En definitiva, en este día nos encargaremos de poner sobre la mesa todas aquéllas reivindicaciones que, aún hoy, en pleno 2016, quedan sin resolver, y sobre las que tanto nos queda por trabajar.

Sin embargo, el objetivo que persiguen estas humildes palabras escritas no se centrará en la reivindicación sino en el reconocimiento.

Hace ya más de un año que dimos a nacer una aventura que trataba de impulsar en nuestro pueblo una nueva ola de ilusión y trabajo desde un movimiento político basado en la confluencia. Así, formamos Trabuco para la Gente que, desde sus inicios, apostó por poner las políticas de igualdad en el centro y de forma transversal en todas sus propuestas, como eje vertebrador. De hecho, fuimos las únicas que hicimos nuestra lista de forma paritaria y en cremallera, apostando porque ellas deben tener su voz representadas de la misma manera. Y no sólo eso. Hemos intentado además llevar a cabo eso que tanto se nombra ahora como feminizar la política. Esto es, aplicar valores de escuchar, ternura, comprensión, cercanía, empatía y cariño a nuestro modo de hacer, tanto dentro de nuestro propio grupo como en todos aquéllos espacios en los que participamos (plenos municipales incluidos).

Puedo decir con la boca bien llena que me siento tremendamente orgulloso, y me van a permitir que lo exprese así, de contar en nuestro humilde grupo con ese excelente elenco de mujeres que tanto nos enseñan y aportan con cada paso que damos todas juntas. Las Mujeres para la Gente han demostrado en todo este año una capacidad asombrosa de trabajo y paciencia. Siempre disponibles y dispuestas para lo que ha hecho falta. Aportando en cada asamblea esos valores tan necesarios de humildad y ternura, pensando siempre en el bien común y aportando propositivamente para nuestro pueblo.

Yo no sé si a ellas les importará que las nombre directamente, pero me voy a tomar el riesgo. Voy a agradecer a nuestra jóvenes Sara Sánchez y Luzma Jiménez todo su trabajo y disponibilidad con los presupuestos y con otras iniciativas; a Sara Moreno por su creatividad y sus estupendas ideas alternativas; a Sheila por estar siempre en todos sitios y traernos dudas, propuestas e inquietudes de tanta gente; a Marye por su inmensa capacidad, por su esfuerzo por entendernos y hacerse entender, y su vigilancia para mantenernos en la radicalidad necesaria; a Paqui por su sabiduría, su experiencia y sus ganas pese a los malos momentos; a Juana por su dulzura sin límites y corazón enorme, aparte de su activismo desaforado, como demuestra con el pueblo saharaui.

Me voy a permitir, por último, y a riesgo de que me regañe por ello, agradecer especialmente a Patri, que tanto me animó a lanzarme a esta aventura y que tanto trabajó y trabaja por nuestra modesta pero decidida iniciativa. Creo que basta decir que nos conocimos en la Marchas por la Dignidad del 22M de 2014 como ejemplo de su compromiso con sus valores. Sus ganas de trabajar y su apuesta por construir una iniciativa colectiva que fuese verdaderamente democrática y feminista fue básica para que arrancara Trabuco para la Gente. Sin ella, no seríamos lo mismo, sin duda ninguna. No está siendo un año fácil pero, amiga, si te sirven de algo estas palabras: GRACIAS.

No sé explicar demasiado bien lo que pretendo con estos renglones. Si lo preferís, quedaros con un: GRACIAS A TODAS.

Pintura sobre piedra de Sara Moreno que no me pude resistir en retener.

domingo, 10 de enero de 2016

El tranvía del Hospital Civil, ¿lo hablamos?


Mucho se ha hablado en las últimas semanas sobre la tercera fase del metro de Málaga, la denominada línea del Hospital Civil (en adelante, línea HC), que se realizará en su mayor medida en superficie y que conectará las líneas actuales 1 y 2 con la zona hospitalaria, teniendo como ejes principales las calles Hilera y Eugenio Gross, acabando en Blas de Lezo, a espaldas del dicho hospital.

El debate, como en tantas otras ocasiones, ha estado centrado en la infraestructura en sí, esto es, metro sí o metro no (en este caso tranvía). Como pasa siempre, la polémica no está en torno a lo realmente importante. Qué modelo de movilidad necesita nuestra ciudad y cómo vamos dando pasos para alcanzar el objetivo.

En este punto es a donde la sociedad en general pero las administraciones en particular, deben centrar el debate y, por tanto, la participación ciudadana. Mucho se ha hablado de la oposición de los vecinos de la zona que se verá afectada y de las triquiñuelas que harán falta para que finalmente se realice la infraestructura pero, insisto, poco o nada se ha puesto sobre la mesa cómo queremos (y/o debemos) movernos en Málaga, incluidos los vecinos de estos barrios, pero no sólo ellos, puesto que el modelo de movilidad será para toda la ciudad.

Por tanto, lo primero que tenemos que preguntarnos es cómo se inserta el tranvía del HC en el planeamiento de la movilidad a futuro. ¿Tendrá continuidad la línea hacia el norte en el futuro cubriendo Ciudad Jardín y Palma-Palmilla? ¿Existe la apuesta de generar una red mayor de metro-tranvía que cubra también la zona Este? ¿Se centrarán los esfuerzos en sistemas de alta capacidad y eficiencia con plataformas reservadas o se seguirá apostando por una red de autobuses urbanos similar a la actual? ¿Qué papel juega el coche? ¿Y la bicicleta? En fin, multitud de cuestiones que no están sobre la mesa ya que los focos, como siempre, están sobre las infraestructuras, en lugar de sobre las personas y el modelo de movilidad que necesitan.

Aun así, creo conveniente dejar algunas pinceladas sobre esta línea de metro en concreto. Y lo voy a hacer posicionándome a favor de la misma, aunque con algunas reservas y sin conocer del proyecto más que lo que se ha venido publicando. Creo que Málaga necesita a medio plazo ser capaz de generar un sistema de movilidad que tienda a la sostenibilidad, esto es, que cumpla con los siguientes requisitos (criterios de planeamiento urbano y accesibilidad aparte):
  1. Debe ser un sistema eficiente y de alta capacidad, es decir, que consiga mover a grandes cantidades de personas de manera suficientemente rápida.
  2. Debe ser capaz de absorber una cantidad importante del tráfico de automóviles, es decir, que sea un sistema competitivo con respecto al automóvil en cuanto a su facilidad de uso, precio y tiempos de viaje.
  3. Debe librar espacios dedicados al coche para el uso público del espacio, esto es, favorecer que la progresiva eliminación de espacios de uso exclusivo del automóvil.
  4. Debe tener un alto grado de intermodalidad, conectando diferentes medios de transporte complementarios entre sí.
Estos cuatro principales pilares son cumplidos por un sistema de tranvía ya que:
  1. Tiene la misma capacidad que el metro para transportar personas y resulta rápido si tiene prioridad de paso en las intersecciones y sólo se detiene en las paradas habilitadas.
  2. Si consigue una velocidad similar a la de las líneas de metro actuales, en torno a los 30 km/h, será perfectamente competitivo con el automóvil para moverse por la ciudad.
  3. Favorece la liberación de espacios al requerir una plataforma independiente, en este caso, por el centro de la calzada.
  4. Con respecto a la intermodalidad, además de conectar con la estación de trenes y buses interurbanos, es preciso su inserción con la red de carriles bici, los servicios de bicicleta pública y el sistema de autobuses público urbano.
La sustitución del coche por el transporte público no capricho del que escribe. De acuerdo con los compromisos adquiridos por los países en la reciente Cumbre del Clima, tenemos que bajar drásticamente nuestras emisiones contaminantes y de efecto invernadero, provocadas en su mayor medida por el uso desmedido del transporte rodado privado. De hecho, según los informes del OMAU respecto a la Agenda 21, el transporte redunda en casi el 50% de las emisiones de CO2 en Málaga, y es más que el sector servicios y residencial juntos. Esto es producto del masivo uso del coche que se hace en nuestra ciudad, impulsado por las instituciones mediante la construcción de infraestructuras rápidas y de aparcamientos públicos, entre otras. De hecho, en el estudio de demanda realizado también bajo el amparo de la Agenda 21, el coche es usado para la realización del 30% de los viajes, mientras que se realizan el 48% a pie y sólo el 10% mediante transporte público (datos de 2014). A lo anterior, además, habría que añadir que el parque automovilístico está basado en fuentes de energía cuya escasez no tardaremos en sufrir pese al actual nivel de precios.

De los datos anteriores se desprende entonces que Málaga necesita un plan de movilidad sostenible a la altura del desafío que debe afrontar y que la implantación de un sistema público de transporte eficiente y competitivo es más que pertinente. Cierto es que se podría debatir sobre si la apuesta por el metro-tranvía es la mejor, dada la existencia de alternativas como el Metrobús o Bús de Tránsito Rápido (BTR) que son mucho más económicas y pueden ser implantadas de manera mucho más rápida. Sin embargo, de lo que no cabe duda es que la alternativa pasa por sistemas de movilidad que roben espacio a los vehículos privados y sean eficientes y rápidos para un uso masivo por parte de la población.

Además, analizando en concreto la línea proyectada, es preciso tener en cuenta su radio de influencia, esto es, aquéllas zonas de ciudad situadas cerca de la línea HC y que se verán favorecidas por su uso (Gamarra, Las Chapas, Mármoles, Suárez, La Roca, Arroyo Los Ángeles, Camino de Suárez, La Trinidad, etc. ver figura). Esto implica que toda esta zona tendría acceso directo a la red de metro, lo que les permitirá un acceso sumamente rápido a la Alameda Principal y el centro de Málaga (5-6 minutos), las estaciones de tren y bus interurbano (8 min), equipamientos públicos como los hospitales de Carlos Haya y Clínico, la Universidad, la Ciudad de la Justicia, todo el sector de Carretera de Cádiz o el Martín Carpena. Y todo ello sin salir de la red de metro. Teniendo en cuenta que además esta zona se identifica con la mayor densidad de población de la ciudad según informes propios de la Agenda 21, esta infraestructura puede ser considerada como una oportunidad que la ciudad debe aprovechar.

Zona de la ciudad a menos de 650 m de la línea HC, unos 10 minutos caminando.

En conclusión, la línea HC del Metro de Málaga, que permite la realización de viajes rápidos y para gran cantidad de personas, que libera espacio para el uso del coche en la ciudad y que conecta una de las zonas más densamente pobladas de la ciudad con multitud de servicios de la misma, es una oportunidad que no se puede dejar escapar. Además, lo que es muy importante para la transición hacia un nuevo modelo de movilidad sostenible, esta línea permitirá probar que el uso exclusivo de parte la calzada en superficie para la implantación de sistemas de transporte de alta capacidad es viable y tiene muchos más beneficios que perjuicios.

Quiero pensar que con esta infraestructura que reserva parte de la vía pasará como con la peatonalización del centro histórico, que tantas suspicacias generó en su momento pero cuyos efectos positivos son ahora percibidos de manera inequívoca por toda la ciudadanía malagueña. Será la prueba definitiva para implantar en el futuro las líneas de BRT que necesita la ciudad para completar la red de transporte público de alta capacidad y cuyo desarrollo será objeto de nuevas publicaciones.

Sin embargo, el proceso por el cual se defina la actuación será tanto o más importante que la misma. Es necesario que se lleven a cabo procesos participativos en los que todas las voces sean escuchadas, pero también se pongan todos los datos sobre la mesa. La participación no es sólo preguntar o votar; es informar, diseñar posibles soluciones, permitir propuestas y llegar a consensos, haciendo a la ciudadanía copartícipe, pero también responsable. Málaga necesita un plan de movilidad sostenible que debe estar hecho por y para las personas y que mire al futuro con el horizonte de justicia social y sostenibilidad como las principales guías, y para ello, los sistemas de alta capacidad y en superficie exclusiva, como el tranvía y el BRT, serán una alternativa viable y necesaria.

Artículos relacionados:
[1] Ya tenemos metro en Málaga, ¡a usarlo!
[2] Metro + Bici. Una combinación necesaria en Málaga

jueves, 4 de junio de 2015

5 de junio, Día Internacional del Medio Ambiente, también en nuestro pueblo

El día 5 de junio fue declarado por Naciones Unidas como el Día Internacional del Medio Ambiente. Un día sin duda para celebrar, pero sobre todo para reivindicar. Esta debe ser una fecha en la que, con más motivo, pongamos encima de la mesa que los medioambientales no son problemas secundarios, son asuntos que deben estar en el centro porque nos va mucho en ello.

Es hora ya de cambiar la manera de pensar que tenemos sobre el concepto de medio ambiente y sostenibilidad. Debemos pasar de la idea de medio ambiente como aquéllas cosas ajenas que componen los animalitos y las cosas verdes, que son tan bonitos y que debemos preservar. Sin perjuicio de lo anterior, una idea de medio ambiente como “la casa común de todos” y como “la base material que permite la vida” se adapta mejor a lo que debemos entender como medio ambiente, cuyas problemáticas pasan de no afectarnos directamente a ser parte esencial de nuestra propia existencia. El medio ambiente es el agua que bebemos y el suelo que cultivamos, las semillas que usamos, nuestras fuentes de energía o nuestros recursos materiales. Mantener nuestro medio no es más que mantener nuestra vida y la de las demás personas, las de aquí y las de otros lugares, las de ahora y las de mañana.

Igual pasa con el concepto tan manido de sostenibilidad. Debemos dejar de pensar en lo sostenible como concepto abstracto ligado a “lo verde”, para hacer ver que lo sostenible es “aquello que se puede sostener en el tiempo” y por tanto puede funcionar de manera similar tanto para nosotros como para las próximas generaciones sin necesidad de hipotecar su futuro. De hecho, cuando hablamos de conservación medioambiental y sostenibilidad, estamos teniendo en cuenta dos nuevos puntos de vista de la solidaridad: la intergeneracional (solidaridad con nuestros hijos y nietos) y la internacional (dejando de explotar los recursos ajenos, especialmente los del tercer mundo).

Por tanto, si tomamos el medio ambiente como concepto ligado a los recursos, no podemos separar la solución a los problemas medioambientales (falta de agua y baja calidad de la misma, pérdida de suelos, contaminación, etc.) sin tener en cuenta el sistema económico y su desempeño. No podemos pensar en resolver los problemas de nuestra casa común sin pararnos a pensar qué, cómo y cuánto consumimos y para qué; cómo obtenemos nuestra energía o si estamos sobrexplotando nuestras fuentes de agua.

La problemática ambiental va desde el cambio climático global a la contaminación de las aguas en un acuífero de nuestra sierra; o desde la pérdida de ecosistemas enteros en un continente a la contaminación de nuestros aires por los desechos ganaderos de nuestro pueblo. Estos problemas tienen componentes desde lo global hasta lo más local pero las consecuencias e implicaciones en la vida de las personas se producen aquí y ahora. Es por ello que los ecologistas afirmamos que los problemas son globales pero las soluciones son mayoritariamente locales. Por supuesto, el marco general de las políticas a nivel mundial o continental, que en nuestro caso equivaldría a las cumbres por el clima o la política de la Unión Europea, marcarán gran parte de lo que se pueda hacer con respecto al medio ambiente, pero sin embargo, son las políticas y formas locales de cada uno de los espacios las que materializarán las medidas concretas que afecten al medio ambiente como conjunto.

Hoy tenemos una ventaja y es que sabemos que la transición hacia otro modelo de producción y consumo puede, además de solucionar los problemas ambientales, ser fuente de empleo y generar actividades económicas hasta ahora poco explotadas. La generación de otro modelo energético, basado en las energías renovables, en el ahorro y en la eficiencia, genera nueva actividad económica tanto en las instalaciones de generación eléctrica como en la necesaria rehabilitación de nuestras viviendas. La agricultura ecológica, que permite una mejor conservación del suelo y la biodiversidad, genera hasta un 30% más de mano de obra. Y como estos, se pueden dar multitud más de ejemplos.

Es por ello que desde lo local, desde nuestro pueblo, debemos apostar por la resolución de ambos problemas, el medio ambiental y el económico, enfrentándolos de una tacada y de cara, sin rehuir ninguno de los dos. Algunos ejemplos de alternativas a llevar a cabo los incluimos en el programa de Trabuco para la Gente, donde hemos propuesto soluciones en este sentido que vamos a proponer al nuevo gobierno municipal que se va a constituir. Hoy en día podemos contratar nuestra energía municipal con cooperativas que ofrecen energía 100% renovable, podemos generar un plan ejemplarizante de ahorro energético y alumbrado público eficiente, desarrollar el Plan de Acción de Energía Sostenible, apostar por la diversificación agrícola local y ecológica, generar espacios de reciclado para la generación de fertilizantes naturales, mejorar la gestión y la información del Punto Limpio, concienciar sobre el reciclaje y reutilización de los recursos, apoyar la rehabilitación de edificios con criterios de eficiencia energética que además sirva para la generación de empleo en el sector de la construcción, etc.

Pero es que además, en Villanueva del Trabuco tenemos que enfrentar problemas medioambientales graves que afectan directamente a las personas, como es una gestión eficiente del agua de nuestros manantiales para evitar más cortes de suministro y garantizar un caudal ecológico, dar una respuesta integral a las inundaciones, fomentar nuestro espacio natural-agrícola y, como no, afrontar el potencialmente grave problema medio ambiental que supone la cantera en nuestra sierra.

Por todo ello nos comprometemos hoy más que nunca, para que las próximas generaciones puedan disfrutar de nuestro pueblo y su entorno tanto como lo hemos hecho nosotros.

martes, 26 de mayo de 2015

347 GRACIAS

Bueno, pues ya se han producido las elecciones municipales y es hora de hacer balance. Del trabajo y la campaña realizados pero también mirando al futuro.

En primer lugar, como candidato de TRABUCO PARA LA GENTE, tengo que agradecer cada uno de los 347 votos que hemos recibido. Como comenté antes de las elecciones, cada uno de nuestros votos nos lo íbamos a ganar a pulso y estaba más que merecido y así ha sido, sin duda. En lo personal, ha sido para mí una decepción no haber conseguido el mínimo de 2 concejalías que venía teniendo I.U. siempre con algo más de 500 votos en su haber (elecciones de 2003 y 2007). Nos queda mucho trabajo por hacer.

En cuanto a los datos puramente numéricos y comparados con los resultados de I.U. de 2011, hemos conseguido superarlos en 51 votos, lo que supone un 17% más de voto. Desde mi humilde punto de vista, resultados bastante pobres en comparación con el trabajo que hemos realizado desde principios de año. De poco consuelo sirven las felicitaciones recibidas por la campaña realizada desde las demás candidaturas, que por su puesto agradecemos y que han valorado nuestro esfuerzo y han visto en nosotros un grupo con ideas y propuestas a tener en cuenta. Trabajaremos para que así sea.

Hemos tenido además el concejal más “caro” de todos los conseguidos, pues mientras que para los demás partidos un 7% del voto ha sido suficiente, nosotros hemos necesitado el 11% para obtener nuestro concejal. Sin embargo, para ser justos, nos hemos quedado bastante lejos de obtener nuestro segundo concejal, unos 100 votos más, lo que significa el 30% más de voto. El único consuelo es que, tras observar cómo TRABUCO SÍ ha afectado sobremanera a PSOE (de 7 a 4 concejales), PP (de 3 a 1) y a UPYD (de 2 a ninguno), hemos sido el único grupo que ha aguantado el tirón e incluso subido un poco su número de votos. Poco consuelo, eso sí.

Números aparte, lo que ha quedado claro en estas elecciones es que los trabuqueños y trabuqueñas querían un cambio. Falta por ver si les es suficiente el cambio de personas (llevábamos 20 años con el mismo alcalde) o si desean de verdad el cambio real de las políticas locales de nuestro pueblo. Está por ver que la primera premisa conlleve la segunda y estaremos al tanto para garantizar que así sea.

Un resultado que, desde mi punto de vista, es objetivamente negativo es que, de nuevo, tendremos un gobierno que tendrá mayoría absoluta. No dudaré, por supuesto, de las ganas de consenso y talante construcctivo de los integrantes de TRABUCO SÍ, sin embargo y de entrada, no me parece sano que exista la posibilidad de tomar iniciativas propias usando esa mayoría. En las elecciones a las que más candidaturas se presentaban y de resultado más incierto, nuestras vecinas y vecinos han decidido otorgar un respaldo sin fisuras a TRABUCO SÍ, dejando fuera incluso a UPYD, que venía de tener 2 concejales y dejando al PP sólo con 1. Desde luego, lo que no existirán serán las excusas del bloqueo de la oposición o la falta de gobernabilidad.

Entrando ya en el análisis de los resultados propios, tengo que decirlo porque lo siento: no se ha sido justo con el trabajo realizado por el equipo formado por TRABUCO PARA LA GENTE. No se ha valorado (o no hemos sabido darlo a conocer) la forma en que se han hecho las cosas, tanto en el funcionamiento interno (elección por primarias abiertas de la lista, lista en paridad y cremallera, confección participada del programa) como en lo que se refiere a nuestro programa.

Creo que ha pesado mucho en estas elecciones el enfrentamiento que se ha dado en el PSOE y que finalmente se saldó en la escisión y la confección de la lista de TRABUCO SÍ. El hecho de que se diera ese enfrentamiento, así como haberlo hecho público parece haber reducido los problemas de nuestro pueblo a esas dos formaciones (que pretendían ser una, no lo olvidemos), a cuál de ellas era más fuerte para tener el poder. Es posible que, ante la centralidad que cogió esa disputa la gente se haya visto tentada a elegir entre opción A y B, por ser un tema que entendían como prioritario, mientras que segundas opciones atractivas como la nuestra quedan en segundo al menos hasta solucionar ese dilema.

Por supuesto, nos toca también analizar qué no hemos hecho bien para obtener esos resultados. Aquí van algunas ideas. En primer lugar, es posible que empezáramos tarde para gestar nuestra iniciativa que, viniendo desde abajo, necesitaba un trabajo ingente de darnos a conocer que quizá no se haya producido. Este problema, por supuesto, no lo ha tenido TRABUCO SÍ pese a haber empezado incluso más tarde, porque ellos partían desde otro punto, ya configurado previamente. En segundo lugar, creo que ha sido muy importante el desconocimiento del candidato aunque nos hayamos esforzado en que lo importante es el grupo y el trabajo, hay que reconocer que el/la cabeza de lista pesa mucho para la gente. Tantos años fuera por los estudios y el trabajo pesan, pero lo tengo claro: soy trabuqueño por mucho que no pueda vivir allí y me voy a esforzar al máximo por mi pueblo. Por último, algo que ya he mencionado, el hecho de estar fuera de la disputa y el enfrentamiento principal, que se daba entre otras dos formaciones, nos ha relegado al espacio de “los otros” y nos ha quitado del foco de atención. De hecho, es remarcable que en los mítines y actos de los candidatos de PSOE y TRABUCO SÍ, apenas se nos nombró. No éramos rivales a batir y así lo ha visto la gente, entre otras cosas por la campaña que hemos hecho con enfoque propositivo y yendo a lo nuestro, a nuestras propuestas. Será un punto que tenemos que trabajar. Tenemos que estar en el candelero y que se nos vea como un rival a la altura con el que se tienen que disputar el tablero.

Tenemos mucho trabajo que hacer en lo que se refiere a la concreción de nuestras propuestas y será en este sentido donde tendremos que hacer más hincapié, mediante las mociones que llevemos al Ayuntamiento pero también mediante iniciativas propias que tenemos que seguir lanzando a la sociedad trabuqueña.

En cualquier caso se ha producido un cambio en nuestro Ayuntamiento y nosotros y nosotras tenemos que ser garantes de que se produce no sólo en la edad y los nombres de las personas que ocuparán ahora los cargos, sino que se llevan a cabo iniciativas favorables al bien común de los trabuqueños y trabuqueñas.

Para terminar, recordar, sobre todo a aquéllas personas que han sido compañeras de este increíble viaje que ha sido formar el grupo de trabajo, la lista, la campaña, etc., que nosotros ya hemos ganado conociéndonos, trabajando juntos y formándonos. Que ésta ha sido una experiencia que tenemos que repetir por lo que nos engrandece como personas que luchamos porque otro pueblo es posible y que una de cada diez personas de nuestro pueblo ha confiado en nosotros y no podemos fallarle. Hemos venido para quedarnos, eso lo tiene que saber todo el mundo.

¡Ya hemos ganado compañeras! Y con nosotros, el Trabuco.

347 gracias.

lunes, 27 de octubre de 2014

Ganemos Málaga, nos hacemos falta todas

Mi memoria político-activista es bastante corta, pero partiendo del punto de inflexión personal que supuso el 15-M, allá por 2011, recuerdo bastantes cosas. Hemos realizado alguna huelga general, nos hemos juntado en las calles para reclamar más democracia, nos hemos encontrado para pedir una consulta sobre qué tipo de estado queremos, hemos formado distintas mareas para luchar por nuestra educación, nuestra sanidad y nuestros servicios sociales públicos, nos vemos en las plataformas creadas para luchar contra los desahucios, contras las plataformas petrolíferas, para pedir una renta básica, hemos marchado hasta Madrid un 22-M, hemos organizado charlas, conferencias y debates sobre los temas comunes que nos preocupan. Y así un largo etcétera.

En todo este proceso hemos aprendido mucho. Nos hemos dado cuenta, o deberíamos, que las formas son tan importantes como el fondo, que ya no caben reuniones de despacho, que la gente quiere participar y que necesitamos renovar nuestra ilusión.

En ese contexto se presenta un nuevo ciclo electoral que comenzará en mayo del año que viene con las elecciones municipales. Y es aquí, en el municipio, donde se dan las mejores circunstancias para buscar acuerdos y llegar a lo común, para hacer un programa para la ciudadanía que puede ser hecho por ella misma. Es muy complicado ponerse de acuerdo en temas globales como si queremos seguir en el Euro o no. Pero es mucho menos complejo estar de acuerdo en las necesidades de nuestros barrios, en que tenemos que hacer cualquier cosa para evitar los desahucios, en que el modelo del ladrillo ya no vale, en que tenemos que apostar por unos servicios municipales públicos, en que necesitamos transitar hacia modelos sostenibles ambientalmente, o en que hay que apostar por democratizar las decisiones que se den en nuestra ciudad y apostar por la transparencia absoluta.

El contexto de lo local nos permite hablar mucho más cercanamente, buscando acuerdos que influyan en nuestro quehacer más cercano. Es por eso que este resulta un momento idóneo para apostar por la confluencia ciudadana. No va a ser nada fácil, pero el reto merece la pena, sin duda. Tendremos nuestras diferencias, pero, ¿serán éstas tan cruciales como para dejar pasar esta oportunidad única? PODEMOS ha roto el cerco que tenían montado los grandes partidos. Ha abierto una ventana de oportunidad que hay que aprovechar por pequeña que sea. Las personas que estamos por una nueva y mejor democracia, por llevar a cabo un proceso constituyente y por llenar de dignidad a todas aquellas personas que se han visto desprovistas de ella, tenemos que dar un paso al frente y dar la cara ante esta nueva situación.

Y lo dicho, no va a ser fácil. Pero es momento de aprovechar todo lo que hemos aprendido. Nadie se puede quedar atrás. Ni todas aquellas personas que llevan años bregando por lo que hoy tocamos con las manos, quizá con unos métodos y una dialéctica no compartida hoy día, ni todas aquellas que han aprendido que sin participar, sin poner la cara, las cosas no van a cambiar. Es el momento de dejar los egos y las siglas atrás, valorando lo que cada uno aporta. Es tiempo de dejar paso a lo nuevo sin dejarnos atrás todo lo bueno que ya tenemos.

Por eso, tres conceptos clave: generosidad, démonos cuenta de que la urgencia es tal que viejas rencillas deben quedar atrás; valentía, apostemos por algo nuevo sin miedos; y empatía, para darnos cuenta de qué aporta cada cual y ser capaces de valorarlo y destacarlo.

Decía una estimada compañera que es preferible las causas comunes a las casas comunes. ¿Y si la causa común ahora es echarles? ¿Y si el siguiente movimiento fuese tomar el poder que ellos han usado en nuestra contra? Creo que a la vista de la situación, no podemos plantearnos otra cosa. Ganemos Málaga, por favor.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Metro + Bici. Una combinación necesaria en Málaga.


En mi anterior post intenté rescatar los puntos fuertes del recientemente inaugurado Metro de Málaga (MM). En el presente post me dispongo a poner sobre la mesa las posibles combinaciones del MM con el medio de transporte que debiera ser de uso masivo en nuestra ciudad: la bicicleta.

Para ello hay que tener en cuenta 3 escenarios clave según las necesidades del usuario: 1) necesito la bici para ir a la parada del MM; 2) necesito la bici a partir de mi parada de destino; y 3) necesito la bici en ambos casos, para alcanzar la parada y al llegar a destino. Se propondrán alternativas en cada uno de estos supuestos.

En primer lugar, uno de los supuestos más comunes puede ser que el domicilio del usuario quede demasiado lejos de la estación de MM más cercana, lo que hace que alcanzar la estación en bicicleta sea mucho más rápido que a pie (por ejemplo, podemos considerar que recorremos 1 km en 15 min. a pie, mientras que empleamos menos de 5 min. en bicicleta). Para ello, lo más cómodo es facilitar el aparcamiento de la bicicleta en la estación de MM. Sin embargo, ya sabemos cuál es el principal miedo de los ciclistas en estos casos, y es que el robo de bicicletas está, desgraciadamente, a la orden del día. La instalación de aparcabicis públicos vigilados en las estaciones sería una opción muy a tener en cuenta que aumentaría el número de usuarios de MM. Sin embargo, los que ya se han instalado pueden no dar la seguridad necesaria a los usuarios (imagen 1).



Imagen 1. Ejemplo de aparcabicis instalados en la parada de MM Paraninfo.

Para realizar una propuesta, habría que diferenciar aquí claramente entre las estaciones subterráneas y las de superficie. Mientras que para las primeras existe un gran espacio a utilizar que podría servir para la instalación de estos aparcabicis y que ya constan de videovigilancia (imagen 2), podría ser algo más complejo para las segundas, aunque una solución como los aparcabicis del Martín Carpena o Universidad tendría que ser estudiada (imagen 3). En conclusión, esta solución sería idónea para el escenario I permitiendo, en el caso típico, usar la combinación bicicleta-MM para ir al trabajo, recogiendo la primera en la misma estación cuando se vuelva de la jornada laboral.

Imagen 2. Ejemplo de espacio libre disponible para la instalación de aparcabicis dentro de estaciones de MM. En este caso, se trata de la estación Palacio de Justicia.

Imagen 3. Aparcabicis resguardado situado en el Campus Universitario de Teatinos, cercano a la parada del MM.

En segundo lugar, se debe facilitar de algún modo el uso de la bicicleta desde la estación de destino de MM. Para ello caben varias opciones. La primera de ellas ya está contemplada en el propio reglamento de MM: la posibilidad de llevar tu bici en el tren. Esta solución, aunque deseable, no parece la más idónea, sobre todo cuando el MM esté a pleno rendimiento durante el curso escolar y universitario que dificultará el espacio para las bicicletas normales (no plegables, las cuáles pueden tener ciertas ventajas de espacio). Hay que tener en cuenta además que el espacio reservado para las bicicletas se comparte con el de otras necesidades más “básicas” como son los carritos de bebés o las personas con diversidad funcional (imagen 4). Por lo tanto, hay que dar alternativas al hecho de acarrear con tu propia bicicleta. Y aquí es donde entra el también reciente servicio público MálagaBici (MB). Este servicio cuenta a día de hoy con 20 estaciones, la mayoría de ellas localizadas en el centro de la ciudad o sus alrededores. El principal inconveniente de este servicio público es, como no, que el punto de llegada debe estar cercano también a una de las estaciones de MB. Sin embargo, hay que destacar que es precisamente el centro, área que no cubre aún el MM, donde más estaciones MB están disponibles, por lo que puede ser una alternativa idónea para hacer el trasbordo MM-centro (imagen 5).

Imagen 4. Ejemplo real del espacio acondicionado para la bicicleta dentro del metro, como se puede apreciar, compartido con personas de movilidad reducida y carritos, que tienen preferencia ante la bicicleta.

Imagen 5. Ejemplo de las posibles rutas (indicados por flechas rojas) a realizar entre estaciones MM-MB y estaciones MB (los símbolos azules representan las estaciones disponibles). Nota: las zonas verdes en distintas tonalidades representan las áreas situadas en un radio de 5 y 10 min a pie de cada estación MB.

En resumen, las estaciones MB que coinciden con estaciones MM son sólo cuatro: Palacio de Justicia, Ciudad Deportiva-Carranque, Barbarela y Estación de Autobuses-El Perchel. Precisamente esta última estación resultará la más interesante para realizar el transbordo descrito para llegar hasta el centro. Por ejemplo, el trayecto Est. Autobuses-Plaza de la Marina de 1,5 km, podríamos hacerlo en menos de 10 min. en bicicleta. Lástima que justo esta estación MB sea una de las que menos bicicletas es capaz de estacionar, sólo 13 vehículos como máximo pueden encontrarse en dicha estación. Por otra parte, las demás estaciones de coincidencia MB-MM tendrían unos transbordos más limitados, destacando el que se puede hacer desde Cdad. Deportiva-Carranque hasta las paradas MB de Martínez Maldonado y Miraflores (sin carril bici completo, ver imagen 5).

Más carriles bici y más MálagaBici para mejorar la interconexión


Por supuesto, para que ambos sistemas de transporte se complementen mucho mejor hace falta un plan específico para la ampliación de ambas redes. Ya conocemos que el MM llegará hasta la altura de Atarazanas (no muy lejos de la parada de MB de Pl. de la Marina) y que se realizará en superficie desde la futura estación Guadalmedina hasta el Hospital Civil siguiendo el eje de Eugenio Gross y Calle Hilera. Dejando claro que habrá que dar una solución en el futuro para el transporte público masivo para los ejes Norte-Centro y Centro-Este, sería deseable que desde ya se planificaran los carriles bici necesarios así como las estaciones de MB para que la interconexión MM-MB fuese lo más efectiva posible de los tramos de MM a realizar en el medio plazo. Además, hasta entonces, un aumento en las plazas disponibles en la estación de MB cercana a El Perchel, sería más que deseable para facilitar el acceso al centro de la ciudad.

Con respecto a los carriles bici, ni que decir tiene que la red de nuestra ciudad se encuentra incompleta. Debemos aprovechar la oportunidad que nos ofrece el Plan Andaluz de la Bicicleta para dotar de vías las zonas de: Palma-Palmilla, Parque Sur-Mangas Verdes, Molinillo-Capuchinos, Puerto de la Torre-Atabal, Carlinda-Granja Suárez, Teatinos-Universidad-Romeral-Cónsul, Carretera Cádiz y Pedregalejo-El Palo. Además, con ello sería necesario también aumentar la red de MB de forma que cada barriada malagueña tuviera su propia estación, pudiendo comunicarse con cualquier zona de la ciudad. Cabe señalar que parece que la red de estaciones MB se va a ceñir a las zonas de paso del carril bici, lo que clama a que, aún a fecha de hoy, se instalen estaciones MB intermedias entre Ciudad Jardín y Gálvez Ginachero, dotando de servicio en el eje Norte-Sur de la ciudad. Sin embargo, quizá pueda ser buena idea la instalación de estaciones MB en lugares estratégicos sin necesidad de haber carriles bici ya instalados y de esta forma comprobar cuál es el recibimiento por parte de los usuarios y si se usa más por haber carril bici o no. No olvidemos que la bicicleta no deja de ser un vehículo que puede circular por la calzada.

Un eje primordial para el uso de la red MB debe centrarse en la línea 2 de MM para que las personas intercambien el metro con el uso de la bici para trasladarse a sus distintos destinos de una forma mucho más rápida. Como ejemplo, para pasar de la línea 2 a las playas de la zona oeste de Málaga, la combinación MM-MB sería muy interesante. En este punto cabe preguntarse porqué no se aprovecharon las obras del MM y su posterior reasfaltado para la instalación de un eje de carril bici primordial para la ciudad.

No debemos olvidar que junto con la extensión de la red de MB, debe llevarse a cabo la instalación de aparcamientos seguros para bicicletas para fomentar el uso de las particulares, lo que facilitaría la llegada a las paradas de MM y a otros lugares. Una posibilidad que podría tenerse en cuenta es la reserva de espacios en los aparcamientos públicos de SMASSA los cuáles ya poseen servicios de seguridad. Esta red de aparcamientos, sin embargo, se suscribe casi exclusivamente a la zona centro.

Por último, no quiero dejar de destacar que desde la institución responsable, el Ayuntamiento, no basta sólo con poner encima de la mesa las infraestructuras sino que debe llevarse a cabo una política de incentivación del transporte público y la bicicleta mediante acciones divulgativas, promoviendo las acciones en centros educativos, asociaciones de vecinos, etc. y que se desarrollen los procedimientos participativos necesarios para que sea la ciudadanía la que diseñe sus propios sistemas de transporte según sus propias necesidades.

En conclusión, el Metro de Málaga nos abre nuevas puertas para la movilidad sostenible en nuestra ciudad y no debe entenderse como una red cerrada que debe servirnos para llegar a nuestro punto último de destino sino que debe hacer que agrandemos nuestra mirada y sepamos ver cómo somos capaces de alcanzar cualquier punto de la ciudad sin tomar el vehículo propio. Por tanto, el Metro de Málaga puede significar un empujón más al sistema más sostenible y eficiente que podemos tener en una ciudad mediterránea y que no es otro que la saludable e insonora bicicleta.