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miércoles, 27 de agosto de 2014

Metro + Bici. Una combinación necesaria en Málaga.


En mi anterior post intenté rescatar los puntos fuertes del recientemente inaugurado Metro de Málaga (MM). En el presente post me dispongo a poner sobre la mesa las posibles combinaciones del MM con el medio de transporte que debiera ser de uso masivo en nuestra ciudad: la bicicleta.

Para ello hay que tener en cuenta 3 escenarios clave según las necesidades del usuario: 1) necesito la bici para ir a la parada del MM; 2) necesito la bici a partir de mi parada de destino; y 3) necesito la bici en ambos casos, para alcanzar la parada y al llegar a destino. Se propondrán alternativas en cada uno de estos supuestos.

En primer lugar, uno de los supuestos más comunes puede ser que el domicilio del usuario quede demasiado lejos de la estación de MM más cercana, lo que hace que alcanzar la estación en bicicleta sea mucho más rápido que a pie (por ejemplo, podemos considerar que recorremos 1 km en 15 min. a pie, mientras que empleamos menos de 5 min. en bicicleta). Para ello, lo más cómodo es facilitar el aparcamiento de la bicicleta en la estación de MM. Sin embargo, ya sabemos cuál es el principal miedo de los ciclistas en estos casos, y es que el robo de bicicletas está, desgraciadamente, a la orden del día. La instalación de aparcabicis públicos vigilados en las estaciones sería una opción muy a tener en cuenta que aumentaría el número de usuarios de MM. Sin embargo, los que ya se han instalado pueden no dar la seguridad necesaria a los usuarios (imagen 1).



Imagen 1. Ejemplo de aparcabicis instalados en la parada de MM Paraninfo.

Para realizar una propuesta, habría que diferenciar aquí claramente entre las estaciones subterráneas y las de superficie. Mientras que para las primeras existe un gran espacio a utilizar que podría servir para la instalación de estos aparcabicis y que ya constan de videovigilancia (imagen 2), podría ser algo más complejo para las segundas, aunque una solución como los aparcabicis del Martín Carpena o Universidad tendría que ser estudiada (imagen 3). En conclusión, esta solución sería idónea para el escenario I permitiendo, en el caso típico, usar la combinación bicicleta-MM para ir al trabajo, recogiendo la primera en la misma estación cuando se vuelva de la jornada laboral.

Imagen 2. Ejemplo de espacio libre disponible para la instalación de aparcabicis dentro de estaciones de MM. En este caso, se trata de la estación Palacio de Justicia.

Imagen 3. Aparcabicis resguardado situado en el Campus Universitario de Teatinos, cercano a la parada del MM.

En segundo lugar, se debe facilitar de algún modo el uso de la bicicleta desde la estación de destino de MM. Para ello caben varias opciones. La primera de ellas ya está contemplada en el propio reglamento de MM: la posibilidad de llevar tu bici en el tren. Esta solución, aunque deseable, no parece la más idónea, sobre todo cuando el MM esté a pleno rendimiento durante el curso escolar y universitario que dificultará el espacio para las bicicletas normales (no plegables, las cuáles pueden tener ciertas ventajas de espacio). Hay que tener en cuenta además que el espacio reservado para las bicicletas se comparte con el de otras necesidades más “básicas” como son los carritos de bebés o las personas con diversidad funcional (imagen 4). Por lo tanto, hay que dar alternativas al hecho de acarrear con tu propia bicicleta. Y aquí es donde entra el también reciente servicio público MálagaBici (MB). Este servicio cuenta a día de hoy con 20 estaciones, la mayoría de ellas localizadas en el centro de la ciudad o sus alrededores. El principal inconveniente de este servicio público es, como no, que el punto de llegada debe estar cercano también a una de las estaciones de MB. Sin embargo, hay que destacar que es precisamente el centro, área que no cubre aún el MM, donde más estaciones MB están disponibles, por lo que puede ser una alternativa idónea para hacer el trasbordo MM-centro (imagen 5).

Imagen 4. Ejemplo real del espacio acondicionado para la bicicleta dentro del metro, como se puede apreciar, compartido con personas de movilidad reducida y carritos, que tienen preferencia ante la bicicleta.

Imagen 5. Ejemplo de las posibles rutas (indicados por flechas rojas) a realizar entre estaciones MM-MB y estaciones MB (los símbolos azules representan las estaciones disponibles). Nota: las zonas verdes en distintas tonalidades representan las áreas situadas en un radio de 5 y 10 min a pie de cada estación MB.

En resumen, las estaciones MB que coinciden con estaciones MM son sólo cuatro: Palacio de Justicia, Ciudad Deportiva-Carranque, Barbarela y Estación de Autobuses-El Perchel. Precisamente esta última estación resultará la más interesante para realizar el transbordo descrito para llegar hasta el centro. Por ejemplo, el trayecto Est. Autobuses-Plaza de la Marina de 1,5 km, podríamos hacerlo en menos de 10 min. en bicicleta. Lástima que justo esta estación MB sea una de las que menos bicicletas es capaz de estacionar, sólo 13 vehículos como máximo pueden encontrarse en dicha estación. Por otra parte, las demás estaciones de coincidencia MB-MM tendrían unos transbordos más limitados, destacando el que se puede hacer desde Cdad. Deportiva-Carranque hasta las paradas MB de Martínez Maldonado y Miraflores (sin carril bici completo, ver imagen 5).

Más carriles bici y más MálagaBici para mejorar la interconexión


Por supuesto, para que ambos sistemas de transporte se complementen mucho mejor hace falta un plan específico para la ampliación de ambas redes. Ya conocemos que el MM llegará hasta la altura de Atarazanas (no muy lejos de la parada de MB de Pl. de la Marina) y que se realizará en superficie desde la futura estación Guadalmedina hasta el Hospital Civil siguiendo el eje de Eugenio Gross y Calle Hilera. Dejando claro que habrá que dar una solución en el futuro para el transporte público masivo para los ejes Norte-Centro y Centro-Este, sería deseable que desde ya se planificaran los carriles bici necesarios así como las estaciones de MB para que la interconexión MM-MB fuese lo más efectiva posible de los tramos de MM a realizar en el medio plazo. Además, hasta entonces, un aumento en las plazas disponibles en la estación de MB cercana a El Perchel, sería más que deseable para facilitar el acceso al centro de la ciudad.

Con respecto a los carriles bici, ni que decir tiene que la red de nuestra ciudad se encuentra incompleta. Debemos aprovechar la oportunidad que nos ofrece el Plan Andaluz de la Bicicleta para dotar de vías las zonas de: Palma-Palmilla, Parque Sur-Mangas Verdes, Molinillo-Capuchinos, Puerto de la Torre-Atabal, Carlinda-Granja Suárez, Teatinos-Universidad-Romeral-Cónsul, Carretera Cádiz y Pedregalejo-El Palo. Además, con ello sería necesario también aumentar la red de MB de forma que cada barriada malagueña tuviera su propia estación, pudiendo comunicarse con cualquier zona de la ciudad. Cabe señalar que parece que la red de estaciones MB se va a ceñir a las zonas de paso del carril bici, lo que clama a que, aún a fecha de hoy, se instalen estaciones MB intermedias entre Ciudad Jardín y Gálvez Ginachero, dotando de servicio en el eje Norte-Sur de la ciudad. Sin embargo, quizá pueda ser buena idea la instalación de estaciones MB en lugares estratégicos sin necesidad de haber carriles bici ya instalados y de esta forma comprobar cuál es el recibimiento por parte de los usuarios y si se usa más por haber carril bici o no. No olvidemos que la bicicleta no deja de ser un vehículo que puede circular por la calzada.

Un eje primordial para el uso de la red MB debe centrarse en la línea 2 de MM para que las personas intercambien el metro con el uso de la bici para trasladarse a sus distintos destinos de una forma mucho más rápida. Como ejemplo, para pasar de la línea 2 a las playas de la zona oeste de Málaga, la combinación MM-MB sería muy interesante. En este punto cabe preguntarse porqué no se aprovecharon las obras del MM y su posterior reasfaltado para la instalación de un eje de carril bici primordial para la ciudad.

No debemos olvidar que junto con la extensión de la red de MB, debe llevarse a cabo la instalación de aparcamientos seguros para bicicletas para fomentar el uso de las particulares, lo que facilitaría la llegada a las paradas de MM y a otros lugares. Una posibilidad que podría tenerse en cuenta es la reserva de espacios en los aparcamientos públicos de SMASSA los cuáles ya poseen servicios de seguridad. Esta red de aparcamientos, sin embargo, se suscribe casi exclusivamente a la zona centro.

Por último, no quiero dejar de destacar que desde la institución responsable, el Ayuntamiento, no basta sólo con poner encima de la mesa las infraestructuras sino que debe llevarse a cabo una política de incentivación del transporte público y la bicicleta mediante acciones divulgativas, promoviendo las acciones en centros educativos, asociaciones de vecinos, etc. y que se desarrollen los procedimientos participativos necesarios para que sea la ciudadanía la que diseñe sus propios sistemas de transporte según sus propias necesidades.

En conclusión, el Metro de Málaga nos abre nuevas puertas para la movilidad sostenible en nuestra ciudad y no debe entenderse como una red cerrada que debe servirnos para llegar a nuestro punto último de destino sino que debe hacer que agrandemos nuestra mirada y sepamos ver cómo somos capaces de alcanzar cualquier punto de la ciudad sin tomar el vehículo propio. Por tanto, el Metro de Málaga puede significar un empujón más al sistema más sostenible y eficiente que podemos tener en una ciudad mediterránea y que no es otro que la saludable e insonora bicicleta.

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