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jueves, 4 de junio de 2015

5 de junio, Día Internacional del Medio Ambiente, también en nuestro pueblo

El día 5 de junio fue declarado por Naciones Unidas como el Día Internacional del Medio Ambiente. Un día sin duda para celebrar, pero sobre todo para reivindicar. Esta debe ser una fecha en la que, con más motivo, pongamos encima de la mesa que los medioambientales no son problemas secundarios, son asuntos que deben estar en el centro porque nos va mucho en ello.

Es hora ya de cambiar la manera de pensar que tenemos sobre el concepto de medio ambiente y sostenibilidad. Debemos pasar de la idea de medio ambiente como aquéllas cosas ajenas que componen los animalitos y las cosas verdes, que son tan bonitos y que debemos preservar. Sin perjuicio de lo anterior, una idea de medio ambiente como “la casa común de todos” y como “la base material que permite la vida” se adapta mejor a lo que debemos entender como medio ambiente, cuyas problemáticas pasan de no afectarnos directamente a ser parte esencial de nuestra propia existencia. El medio ambiente es el agua que bebemos y el suelo que cultivamos, las semillas que usamos, nuestras fuentes de energía o nuestros recursos materiales. Mantener nuestro medio no es más que mantener nuestra vida y la de las demás personas, las de aquí y las de otros lugares, las de ahora y las de mañana.

Igual pasa con el concepto tan manido de sostenibilidad. Debemos dejar de pensar en lo sostenible como concepto abstracto ligado a “lo verde”, para hacer ver que lo sostenible es “aquello que se puede sostener en el tiempo” y por tanto puede funcionar de manera similar tanto para nosotros como para las próximas generaciones sin necesidad de hipotecar su futuro. De hecho, cuando hablamos de conservación medioambiental y sostenibilidad, estamos teniendo en cuenta dos nuevos puntos de vista de la solidaridad: la intergeneracional (solidaridad con nuestros hijos y nietos) y la internacional (dejando de explotar los recursos ajenos, especialmente los del tercer mundo).

Por tanto, si tomamos el medio ambiente como concepto ligado a los recursos, no podemos separar la solución a los problemas medioambientales (falta de agua y baja calidad de la misma, pérdida de suelos, contaminación, etc.) sin tener en cuenta el sistema económico y su desempeño. No podemos pensar en resolver los problemas de nuestra casa común sin pararnos a pensar qué, cómo y cuánto consumimos y para qué; cómo obtenemos nuestra energía o si estamos sobrexplotando nuestras fuentes de agua.

La problemática ambiental va desde el cambio climático global a la contaminación de las aguas en un acuífero de nuestra sierra; o desde la pérdida de ecosistemas enteros en un continente a la contaminación de nuestros aires por los desechos ganaderos de nuestro pueblo. Estos problemas tienen componentes desde lo global hasta lo más local pero las consecuencias e implicaciones en la vida de las personas se producen aquí y ahora. Es por ello que los ecologistas afirmamos que los problemas son globales pero las soluciones son mayoritariamente locales. Por supuesto, el marco general de las políticas a nivel mundial o continental, que en nuestro caso equivaldría a las cumbres por el clima o la política de la Unión Europea, marcarán gran parte de lo que se pueda hacer con respecto al medio ambiente, pero sin embargo, son las políticas y formas locales de cada uno de los espacios las que materializarán las medidas concretas que afecten al medio ambiente como conjunto.

Hoy tenemos una ventaja y es que sabemos que la transición hacia otro modelo de producción y consumo puede, además de solucionar los problemas ambientales, ser fuente de empleo y generar actividades económicas hasta ahora poco explotadas. La generación de otro modelo energético, basado en las energías renovables, en el ahorro y en la eficiencia, genera nueva actividad económica tanto en las instalaciones de generación eléctrica como en la necesaria rehabilitación de nuestras viviendas. La agricultura ecológica, que permite una mejor conservación del suelo y la biodiversidad, genera hasta un 30% más de mano de obra. Y como estos, se pueden dar multitud más de ejemplos.

Es por ello que desde lo local, desde nuestro pueblo, debemos apostar por la resolución de ambos problemas, el medio ambiental y el económico, enfrentándolos de una tacada y de cara, sin rehuir ninguno de los dos. Algunos ejemplos de alternativas a llevar a cabo los incluimos en el programa de Trabuco para la Gente, donde hemos propuesto soluciones en este sentido que vamos a proponer al nuevo gobierno municipal que se va a constituir. Hoy en día podemos contratar nuestra energía municipal con cooperativas que ofrecen energía 100% renovable, podemos generar un plan ejemplarizante de ahorro energético y alumbrado público eficiente, desarrollar el Plan de Acción de Energía Sostenible, apostar por la diversificación agrícola local y ecológica, generar espacios de reciclado para la generación de fertilizantes naturales, mejorar la gestión y la información del Punto Limpio, concienciar sobre el reciclaje y reutilización de los recursos, apoyar la rehabilitación de edificios con criterios de eficiencia energética que además sirva para la generación de empleo en el sector de la construcción, etc.

Pero es que además, en Villanueva del Trabuco tenemos que enfrentar problemas medioambientales graves que afectan directamente a las personas, como es una gestión eficiente del agua de nuestros manantiales para evitar más cortes de suministro y garantizar un caudal ecológico, dar una respuesta integral a las inundaciones, fomentar nuestro espacio natural-agrícola y, como no, afrontar el potencialmente grave problema medio ambiental que supone la cantera en nuestra sierra.

Por todo ello nos comprometemos hoy más que nunca, para que las próximas generaciones puedan disfrutar de nuestro pueblo y su entorno tanto como lo hemos hecho nosotros.