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sábado, 5 de marzo de 2016

Mujeres para la Gente

El próximo martes 8 de marzo es el día internacional de la mujer trabajadora. Todavía no entiendo muy bien el hecho de que se tenga que colocar el apellido "trabajadora", no conozco mujer que no lo sea. Hay que empezar a pensar en cambiarle el nombre a este día de celebración y reivindicación, no vaya a ser que aquéllas que aún se encargan de los cuidados a tiempo completo se vean excluidas, cuando su trabajo es fundamental para la sociedad pese a no estar remunerado (paradojas del patriarcado, que le vamos a hacer).

Este día 8 de marzo es la fecha en la que destacamos el papel de las mujeres en la sociedad, en el que reivindicamos que son todavía ellas quiénes sostienen los cuidados necesarios en casa y ponemos sobre la mesa la brecha salarial o los derechos de igualdad adquiridos hasta ahora. También subrayamos que todavía el 70% de las personas pobres del mundo son mujeres, que siguen existiendo cifras escalofriantes de asesinatos machistas, que existe una violencia estructural sobre ellas que es, en muchos casos, permitida o silenciada. Tampoco nos olvidamos en este día de reclamar que se deje de emplear el cuerpo de las mujeres como un objeto, que no pueden ser utilizadas para reclamo publicitario alguno, que no son nuestras, QUE NO NOS PERTENECEN. Que actos tan humanos, entrañables, naturales y especiales, como es la lactancia, tienen que tener un reconocimiento especial y las madres que elijan ejercerla, deben poder hacerlo en libertad. En definitiva, en este día nos encargaremos de poner sobre la mesa todas aquéllas reivindicaciones que, aún hoy, en pleno 2016, quedan sin resolver, y sobre las que tanto nos queda por trabajar.

Sin embargo, el objetivo que persiguen estas humildes palabras escritas no se centrará en la reivindicación sino en el reconocimiento.

Hace ya más de un año que dimos a nacer una aventura que trataba de impulsar en nuestro pueblo una nueva ola de ilusión y trabajo desde un movimiento político basado en la confluencia. Así, formamos Trabuco para la Gente que, desde sus inicios, apostó por poner las políticas de igualdad en el centro y de forma transversal en todas sus propuestas, como eje vertebrador. De hecho, fuimos las únicas que hicimos nuestra lista de forma paritaria y en cremallera, apostando porque ellas deben tener su voz representadas de la misma manera. Y no sólo eso. Hemos intentado además llevar a cabo eso que tanto se nombra ahora como feminizar la política. Esto es, aplicar valores de escuchar, ternura, comprensión, cercanía, empatía y cariño a nuestro modo de hacer, tanto dentro de nuestro propio grupo como en todos aquéllos espacios en los que participamos (plenos municipales incluidos).

Puedo decir con la boca bien llena que me siento tremendamente orgulloso, y me van a permitir que lo exprese así, de contar en nuestro humilde grupo con ese excelente elenco de mujeres que tanto nos enseñan y aportan con cada paso que damos todas juntas. Las Mujeres para la Gente han demostrado en todo este año una capacidad asombrosa de trabajo y paciencia. Siempre disponibles y dispuestas para lo que ha hecho falta. Aportando en cada asamblea esos valores tan necesarios de humildad y ternura, pensando siempre en el bien común y aportando propositivamente para nuestro pueblo.

Yo no sé si a ellas les importará que las nombre directamente, pero me voy a tomar el riesgo. Voy a agradecer a nuestra jóvenes Sara Sánchez y Luzma Jiménez todo su trabajo y disponibilidad con los presupuestos y con otras iniciativas; a Sara Moreno por su creatividad y sus estupendas ideas alternativas; a Sheila por estar siempre en todos sitios y traernos dudas, propuestas e inquietudes de tanta gente; a Marye por su inmensa capacidad, por su esfuerzo por entendernos y hacerse entender, y su vigilancia para mantenernos en la radicalidad necesaria; a Paqui por su sabiduría, su experiencia y sus ganas pese a los malos momentos; a Juana por su dulzura sin límites y corazón enorme, aparte de su activismo desaforado, como demuestra con el pueblo saharaui.

Me voy a permitir, por último, y a riesgo de que me regañe por ello, agradecer especialmente a Patri, que tanto me animó a lanzarme a esta aventura y que tanto trabajó y trabaja por nuestra modesta pero decidida iniciativa. Creo que basta decir que nos conocimos en la Marchas por la Dignidad del 22M de 2014 como ejemplo de su compromiso con sus valores. Sus ganas de trabajar y su apuesta por construir una iniciativa colectiva que fuese verdaderamente democrática y feminista fue básica para que arrancara Trabuco para la Gente. Sin ella, no seríamos lo mismo, sin duda ninguna. No está siendo un año fácil pero, amiga, si te sirven de algo estas palabras: GRACIAS.

No sé explicar demasiado bien lo que pretendo con estos renglones. Si lo preferís, quedaros con un: GRACIAS A TODAS.

Pintura sobre piedra de Sara Moreno que no me pude resistir en retener.